PRIMERA LECTURA
Por haberme pedido sabiduría.
Del Primer libro de los Reyes 3, 5-13
En aquellos días, el Señor se le apareció al rey Salomón en sueños y le dijo: “Salomón, pídeme lo que quieras, y yo te lo daré”.
Salomón le respondió: “Señor, tú trataste con misericordia a tu siervo David, mi padre, porque se portó contigo con lealtad, con justicia y rectitud de corazón. Más aún, también ahora lo sigues tratando con misericordia, porque has hecho que un hijo suyo lo suceda en el trono. Sí, túquisiste, Señor y Dios mío, que yo, tu siervo, sucediera en el trono a mi padre, David. Pero yo no soy más que un muchacho y no sé cómo actuar. Soy tu siervo y me encuentro perdido en medio de este pueblo tuyo, tan numeroso, que es imposible contarlo. Por eso te pido que me concedas sabiduría de corazón, para que sepa gobernar a tu pueblo y distinguir entre el bien y el mal. Pues sin ella, ¿quién será capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan grande?”.
Al Señor le agradó que Salomón le hubiera pedido sabiduría y le dijo: “Por haberme pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino sabiduría para gobernar, yo te concedo lo que me has pedido. Te doy un corazón sabio y prudente, como no lo ha habido antes, ni lo habrá después de ti. Te voy a conceder, además, lo que no me has pedido: tanta gloria y riqueza, que no habrá rey que se pueda comparar contigo”.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 118
R/. Yo amo, Señor, tus mandamientos.
A mí, Señor, lo que me toca / es cumplir tus preceptos. / Para mí valen más tus enseñanzas / que miles de monedas de oro y plata. R/.
Señor, que tu amor me consuele, / conforme a las promesas que me has hecho. / Muéstrame tu ternura y viviré, / porque en tu ley he puesto mi contento. R/.
Amo, Señor, tus mandamientos / más que el oro purísimo; / por eso tus preceptos son mi guía / y odio toda mentira. R/.
Tus preceptos, Señor, son admirables, / por eso yo los sigo. / La explicación de tu Palabra / da luz y entendimiento a los sencillos. R/.
EVANGELIO
Vende cuanto tiene y compra aquel campo.
Del Evangelio según san Mateo 13, 44-52
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra.
También se parece el reino de los cielos a la red que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces. Cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los pescados; ponen los buenos en canastos y tiran los malos. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación.
¿Han entendido todo esto?”. Ellos le contestaron: “Sí”. Entonces Él les dijo: “Por eso, todo escriba instruido en las cosas del reino de los cielos es semejante al padre de familia, que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas”.
Palabra del Señor.